
Anunciaron que el mundo se iba a acabar. El pánico poseyó a la población y esa noche se apagaron todas las luces para no ver el horror. Yo, entonces, quise aprovechar mis últimas horas y me metí en tu cuarto. Una noche de placer para despedir la vida, la existencia.
Pero desde tu cuarto salió el sol a la mañana siguiente. El mundo no había acabado. Aquél no era tu cuarto. Y tú no eras tú.
Fue una gran noche la del fin del mundo.
Boris Vian, L'amour est aveugle, 1949
Opinión:
Texto
Castellano
26 de Abril de 2018
Comenta, sugiere, critica...